EFEMERIDES
16 de julio de 2019
Coronación de la Virgen de Itatí
La veneración a la Virgen de Itatí tiene más de cuatro siglos. El 16 de julio, el pueblo católico conmemora la bendición papal de esta advocación correntina.
El culto a la Virgen de Itatí comenzó siglos atrás en nuestra tierra. Se cree que cuando aún existían reducciones indígenas, en las que los sacerdotes evangelizaban a los aborígenes, la Virgen de Itatí se instauró como emblema de esa unión. Alrededor del año 1615, el Padre Bolaños fundó el “Pueblo de Indios de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí” a 75 kilómetros de Corrientes. Tomó el nombre de una imagen de madera de la Virgen tallada por los indios itatíes.
La Fiesta
Ese día, pero de 1900, se realizó la ceremonia de coronación de la virgen María de Itatí, en la Iglesia de la Santísima Cruz de los Milagros, en Corrientes. El año anterior, el Papa León XII facultó al Obispo de Paraná para llevar a
cabo el acto. El Papa bendijo la corona de oro y piedras preciosas, hecha en París.
El Santuario
La Virgen – patrona de la provincia de Corrientes desde 1918 – estuvo en varios templos y capillas. Pero como la cantidad de devotos crecía, se encaró la construcción de un gran santuario. En 1938 se bendijo la piedra fundamental. El edificio, una mole de cemento armado, se inauguró el 16 de julio de 1950, en el cincuentenario de la coronación. Ese día llevaron la imagen allí, durante una enorme celebración.
El santuario tiene una capacidad para unas 10 mil personas. Los vitrales y la enorme cúpula son una de las majestades. En 1999 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
La Imagen
La imagen de la Virgen de Itatí se cree que fue traída a la zona poco después de la fundación de Corrientes en 1588. La misma está tallada en madera de timbó (el cuerpo) y en nogal (el rostro), de allí proviene la tradicional música
María de Itatí, todo un emblema cultural correntino. Mide un metro con veintiséis centímetros de altura. Tiene sus
manos juntas en posición de oración, viste un manto azul y túnica blanca, y se considera realizada por una artista indígena de una de las tantas reducciones que ordenaban el Alto Paraná.