Los jefes de servicios del hospital dicen que, hace un tiempo, el Perrando era un instituto de excelencia. Sin embargo, aseguran que eso se ha convertido en una cuestión del pasado.
Consultado después de su renuncia por LA NACION, el ex director del Hospital Perrando, José Bolaño confirmó que hay operaciones pospuestas y añadió que esto se debe a la falta de anestesias. Sin embargo, una enfermera del hospital que prefirió no dar su nombre, dijo que, a veces, este retraso se debe a otras razones. "Frecuentemente no hay lugar para operarlos. En caso de que se necesiten transfusiones sanguíneas, tampoco suele haber reactivos para analizar la sangre de los donantes", dice.
"Hay áreas del hospital que están tan dañadas que las cierran", dice la enfermera. De los seis quirófanos que hay en el edificio, solo dos están funcionando, y de los cinco ascensores, no anda ninguno.
El último gran escándalo mediático del Perrando, el hospital de referencia del Nordeste argentino, ocurrió en noviembre, cuando Sebastián Sosa, un adolescente de 16 años, murió en un sillón de la guardia dos días después de haber ingresado al hospital. A pesar de que durante ese tiempo fue atendido y se le hicieron estudios para determinar su cuadro, el paciente nunca recibió una camilla. Sosa murió sin saber cuál era la causa de su malestar. Además de las protestas organizadas por familiares y docentes del adolescente, al mes, el propio cuerpo médico comenzó a movilizarse. Pero estos últimos no marchaban solo por Sosa, sino por el deterioro general del centro médico.
Desde diciembre hasta ahora, ya hubo una vigilia y dos marchas para exigir mejoras en el Perrando. Los que están a cargo de estas protestas son principalmente médicos y enfermeros del hospital. Ellos también están organizando una nueva protesta para el 14 de febrero. Los lemas son siempre los mismos: "La salud pública agoniza" y "Se está cayendo el gigante", haciendo referencia al Perrando.
Pero, a pesar de estas movilizaciones y del comunicado de los jefes de servicio, la situación todavía no ha cambiado. A mediados de enero, se hizo famosa en las redes una foto en la que unos camilleros del hospital, a falta de ascensores, transportan por las rampas a un paciente que sufrió un ataque cardíaco. Como no entraban, una de las médicas, la que sostenía la ventilación con bolsa, tuvo que subirse encima de la camilla mientras el resto la movía. Ese paciente, según cuenta la enfermera consultada, falleció al llegar a terapia intensiva.
El Doctor José Bolaño contó que se ha reunido con el gobernador de la provincia, Jorge Capitanich, la semana pasada y que se van a volver a juntar esta semana. Según dice, Capitanich le prometió soluciones rápidas. "En teoría, los aires acondicionados de neonatología y maternidad -que son básicos- van a estar funcionando pronto. Después, se va a avanzar con los aires del resto del hospital y con los ascensores", dice Bolaño. En tanto, el gobernador ya nombró por decreto a una nueva directora para el hospital, la Dra. Nancy Trejo, quien asumió el lunes.
Pero el Perrando no es una excepción dentro de la provincia. Según una fuente del Ministerio de Salud de Chaco, son varios los hospitales que se encuentran en una situación crítica. Además, dijo que la escasez general de medicamentos hizo necesario que el gobierno provincial sancione la emergencia sanitaria el 25 de enero.
"La crisis de salud pública es a nivel provincial y ocurre desde hace más de 12 años, cuando se dejó de invertir", dice Sandra María Sibilla, médica de familia y especialista en salud pública. Según ella, el desabastecimiento de insumos y la falta de recursos humanos es un problema general en la provincia. "El caso de Sosa es solo uno más: en Chaco son muchos los que mueren sentados".
Por: María Nöllmann
Fuente: LaNacion
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