Ante las altas temperaturas y próximas olas de calor, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) reiteró una serie de recomendaciones destinadas a proteger la salud de niños, niñas y adolescentes durante los días de altas temperaturas . En un documento difundido en el marco de los cuidados generales del verano, la entidad advirtió que el agotamiento por calor es una instancia previa al golpe de calor y que reconocerlo a tiempo resulta clave para evitar complicaciones graves.

Entre los principales síntomas de agotamiento por calor, la SAP mencionó sudoración excesiva, piel pálida y fresca, sensación de calor sofocante, sed intensa, calambres musculares, cansancio extremo, debilidad, dolores abdominales, náuseas, vómitos, cefaleas, mareos o desmayos. Frente a estos signos, recomiendan ofrecer líquidos con mayor frecuencia (leche materna o fórmula en lactantes y agua en niños más grandes), trasladar al menor a un ambiente fresco y ventilado, retirar el exceso de ropa, refrescar el cuerpo con agua y favorecer el reposo, además de consultar con un pediatra o un centro de salud .

Golpe de calor: una urgencia médica

El golpe de calor representa una situación de mayor gravedad, en la que la temperatura corporal puede superar los 39°C o 40°C. Según la SAP, se manifiesta con piel roja, caliente y seca, respiración y pulso acelerados, dolor de cabeza, alteraciones neurológicas como confusión, desorientación, convulsiones o pérdida de conocimiento.

En estos casos, la indicación es acudir de inmediato a un servicio de emergencias. Mientras se aguarda asistencia médica, se debe llevar al niño o adolescente a un lugar fresco, quitarle la ropa, enfriarlo rápidamente con agua fría y ofrecerle líquidos solo si está consciente.

Los grupos más vulnerables incluyen a menores de 5 años, especialmente bebés de menos de un año, niños con enfermedades crónicas, con fiebre, vómitos o diarrea, con malnutrición o con quemaduras solares.

Hidratación, alimentación y prevención

La SAP remarcó la importancia del consumo de agua segura, fundamental para prevenir deshidratación, enfermedades diarreicas y el síndrome urémico hemolítico. Para los días de calor intenso, aconsejan aumentar la ingesta de líquidos (al menos ocho vasos diarios), evitar bebidas azucaradas y no consumir alcohol .

Como medidas preventivas adicionales, recomiendan no exponer al sol a bebés menores de un año, evitar actividades al aire libre entre las 10 y las 16 horas, usar ropa liviana y clara, gorro o pañuelo, hidratarse de manera periódica sin esperar a tener sed y realizar actividad física en horarios de menor temperatura. En el caso de lactantes menores de seis meses alimentados exclusivamente con leche materna, no es necesario ofrecer agua adicional.

También sugieren extremar cuidados en la manipulación de alimentos, mantener la cadena de frío, lavarse las manos con frecuencia y prestar atención a los alertas meteorológicos emitidos por los organismos oficiales.

El riesgo de los autos cerrados

Un apartado especial del documento advierte sobre un riesgo grave y completamente evitable: dejar niños dentro de autos cerrados. La SAP recordó que un vehículo estacionado puede aumentar su temperatura interna más de 10°C en pocos minutos, incluso con ventanillas entreabiertas .

"El golpe de calor en estas situaciones puede ser fatal" , alertaron, y remarcaron que no existe un tiempo seguro para dejar a un niño solo dentro de un automóvil. Las recomendaciones son claras: nunca dejarlos dentro del vehículo, revisar siempre el asiento trasero antes de bajar y, ante un caso detectado, pedir ayuda inmediata y llamar a emergencias.

Desde la entidad subrayan que la prevención salva vidas y que el golpe de calor en la infancia no es un accidente, sino un riesgo conocido que puede evitarse con medidas simples y responsabilidad adulta.