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18 de abril de 2019
El arzobispo invitó a vivir la juventud de la Iglesia en la misa crismal
Foto diario Norte
En la tradicional renovación de la liturgia católica con todo el clero de su jurisdicción, monseñor Ramón Dus invitó a “vivir la juventud de la Iglesia”, como un desafío fundamental de los nuevos tiempos.
En un micoestadio del club Sarmiento colmado de fieles, anoche en la Misa Crismal oficiada por el arzobispo de Resistencia Ramón Dus y los sacerdotes de la diócesis, oraron y pidieron a los feligreses “rezar por los que menos tienen y por todos los sectores sociales que más están sufriendo y padeciendo un momento social del país que es muy crítico, complicado y desafiante”.
Monseñor Dus, hizo además una mención especial a sectores específicos que están pasando un duro momentos como los docentes, jubilados “y muy especialmente nuestros niños”, agregó.
La Misa Crismal, celebrada en el Club Atlético Sarmiento, en el marco de la Semana Santa Cristina, contó con la presencia de unos 3000 fieles y fue declarada de Interés Municipal por el intendente Jorge Capitanich, presente en el oficio religioso, a través de la Resolución 821.
En la misa, se realizó la consagración del Santo Crisma y la bendición de oleos y aceites (para los enfermos y los que se van a bautizar); y se renovó las promesas sacerdotales. “Ser joven, más que una edad es un estado del corazón. Por eso una institución tan antigua como la Iglesia ha podido y puede renovarse y volver a ser joven en diversas etapas de su larguísima historia. En realidad, en sus momentos más trágicos, siempre ha sentido el llamado a volver a lo esencial del primer amor” dijo monseñor Dus.
El Concilio Vaticano II expresaba en su mensaje a los jóvenes (1965) esta afirmación: “La Iglesia es la verdadera juventud del mundo. Posee lo que es la fuerza y el encanto de la juventud: la facultad de alegrarse con lo que comienza, de darse sin recompensa, de renovarse y de partir de nuevo para nuevas conquistas. Porque en ella está la novedad de Cristo “el compañero y amigo de los jóvenes”.
Una Iglesia que se deja renovar implica un doble desafío: a) “Liberar a la Iglesia de los que la avejenta, esclerotiza en el pasado, la detiene, o la vuelve inmóvil. b) Pero también liberarla de otra tentación: creer que es joven porque cede a todo lo que el mundo le ofrece, o que se renueva porque esconde su mensaje y se mimetiza con los demás. No. Es joven cuando es ella misma, cuando recibe la fuerza siempre nueva de la Palabra de Dios, de la Eucaristía, de la presencia de Cristo y de la fuerza de su Espíritu cada día. Es joven cuando es capaz de volver una y otra vez a su fuente” sostuvo. Esto implica no ser “bichos raros”, sino hermanos y cercanos, como los Apóstoles, que ‘gozaban de la simpatía de todo el pueblo”.
Pero al mismo tiempo, atrevernos a ser distintos, a mostrar otros sueños que este mundo no ofrece, a testimoniar la belleza de la generosidad, del servicio, de la pureza, de la fortaleza, del perdón, de la fidelidad a la propia vocación, de la oración, de la lucha por la justicia y el bien común, del amor a los pobres, de la amistad social”. Quienes ya no somos jóvenes, necesitamos este estímulo y “la cercanía para crear condiciones en que la Iglesia sea un espacio de diálogo y testimonio de fraternidad que fascine”, que atraiga.
TIEMPOS DIFÍCILES
“Esta celebración es un vértice en el año para nuestra comunidad. Es por eso que en este momento donde se vive una realidad muy difícil, estrecho y desafiante, debemos re-pensar desde nuestra fe, y renovar y profundizar nuestra presencia, responsabilidad y compromiso y resaltar nuestro sentido de la solidaridad”, destacó monseñor Dus.
El arzobispo hizo un fuerte llamado a la comunidad en un tiempo muy difícil, donde la Iglesia Católica “no es ajena a una dura realidad que nos golpea a todos, y que lo vemos diariamente en hermanos que se acercan a nosotros, tanto en forma espiritual como también a pedir un plato de comida”, destacó.
“Es un momento difícil, pero debemos tener esperanza y fe. Justamente la Pascua de Resurrección es un momento de renovar nos ayuda a ver que hay siempre un aurora de resurrección para la fe y la buena voluntad”, manifestó Dus.
Fuente: Diario Norte