N.D. trabajó por más de 14 años para la familia Villalba, dueña de los Megamundo, Todo por dos Pesos. Había ingresado a la empresa recomendada por su pareja, fue repositora dos años hasta que la trasladaron a una oficina en la calle Julio A. Roca, fue ahí donde comenzó su calvario.
Cuando comenzó a trabajar, la empresa tenía un solo local en Resistencia y la casa central estaba en el interior. Por lo que Pablo Villalba y su padre, Cristino (dueños de la firma), sólo se presentaban en la sede de Resistencia en fechas particulares para las ventas como Día de la Madre, del Niño o navidades. “Cuando venía Pablo, me molestaba, desconozco si hacía lo mismo con otras compañeras de trabajo pero conmigo tenía otro trato. Yo en ese momento estaba en pareja, pero no le conté a él porque me daba miedo, era el dueño", relata N.D. sobre la antesala a lo que tuvo que soportar.
Al poco tiempo, padre e hijo se establecieron en Resistencia, construyeron el Megamundo con galpón ubicado en la calle Julio A. Roca e instalaron una oficina en la misma calle. A N.D. la trasladaron a esa oficina donde debió trabajar dependiendo de forma directa de Pablo Villalba. "Era una gran responsabilidad que me obligaba a estar en la oficina todo el tiempo", recuerda.
Meses después de trabajar allí, comenzó a tener episodios que complicaron su salud. Aparecieron manchas en su cuerpo, de las que los médicos no encontraban explicación, aunque si le recetaron ansiolíticos para el estrés y la derivaron a un psicólogo. Con quien pudo comprender que había sido víctima de abuso sexual, acoso laboral y hostigamiento constantes.
Junto a su abogado, N.D. envió una carta para notificar a los Villalba que se consideraba despedida "debido a los abusos que sufre por parte de Pablo", haciendo referencia a una serie de sucesos que marcaban una conducta abusiva de Villalba.
"La carta de autodespido la presenté luego de hablar con Cristino Villalba y mi abogado, a quienes puse en conocimiento de lo que ocurría. El padre me dijo primero que se iba a hacer cargo, pero después cubrió a su hijo", recuerda.
Sobre sus años en esa oficina, N.D. relató: "Al principio, eran comentarios o mensajes que yo no respondía, eran cosas manejables, además yo necesitaba ese trabajo, era sola con mi hijo". "Después fueron ocurriendo cosas más graves. Yo no le contaba a nadie, tenía vergüenza de lo que me pasaba. No dormía, eso hizo que mi cuerpo se enferme. Me asustaba que Pablo hacía cosas muy feas, no eran normales", afirmó.
También, recordó: "Cuando me dieron los primeros certificados médicos, pedí reunirme con Cristino y su hija, y les conté lo que me pasó. Ese día fui con mi mamá y mi hermana, le conté todo lo que me sucedía con Pablo y les advertí que no iba a acercarme más a la empresa, que me consideraba despedida".
LAS DENUNCIAS
El 6 de mayo de 2017, hizo la primera denuncia en la Unidad Descentralizada de Atención a la Víctima y al Ciudadano. Según N.D., luego de esa denuncia, Pablo Villalba sólo una vez intentó contactarse con ella a través de una llamada anónima que está registrada. Días después, debió recurrir al pedido de una perimetral para ambos (padre e hijo) ya que !había recibido amenazas por parte del abogado!, quien intentó convencerla de llegar a un acuerdo. Además, "Cristino invitaba a mi pareja y papá de mi hijo a tomar café para convencerlo de que yo no denuncie los abusos que sufrí", relató.
N.D. inició dos procesos judiciales, uno en el fuero laboral y otro en el fuero penal. En este último, la mujer se constituyó en querellante y actora civil por la reparación de los daños. En dicha causa, hace pocos días, el fiscal de Investigación Nº 13, Lucio Otero, requirió la elevación a juicio por “abuso sexual simple”, «más allá que el relato de la víctima apunta a otros hechos que agravarían la calificación», resaltó la abogada de N. D. en diálogo con este medio.
“La víctima considera que no fue un simple abuso sexual, sino que fue mucho más que eso, sino que fue gravemente ultrajante, que la afectó en su salud mental y física por resto de su vida”, agregó la abogada.
En el fuero laboral, N.D. a través de otro abogado demandó a Villalba por «daños morales» tramitado en el Juzgado Laboral Nº 3 que se encuentra en la etapa de pruebas. "Hubo una demanda que se presentó contra Cristino Villalba -padre de Pablo-, quien a través de su defensa propuso cinco testigos que son trabajadores de la empresa, acusando a mi clienta de que se llevaba mal con sus compañeros", explicó el abogado que sigue esa causa. Quien también señaló que la defensa "presenta pruebas dilatorias como pericias contables cuando nunca se cuestionaron los libros de la empresa".
Luego de la segunda denuncia por «daños morales», N.D. fue citada a declarar y sometida a pericias psicológicas. "Tengo entendido que lo citaron a Pablo Villalba también, pero se negó a declarar, también presentó como testigo a sus empleados que está a las claras que dijeron lo que el patrón les dijo que digan", sostuvo.
"QUE SEPAN QUIÉN ES"
N.D. tiene un claro objetivo en esta pelea judicial, en la que ella salió perdiendo, ya que no logró conseguir trabajo y debió continuar con tratamientos psicológicos para superar los tratos crueles a los que fue sometida: "Quiero que se sepa quién es Pablo Villalba", apuntó.
"En la parte laboral, quiero que se reconozcan los años que estuve trabajando ahí. Pero lo que en realidad quiero es que la gente, que las mujeres sepan quién es Pablo Villalba, eso necesito. No creo que deje de ser un abusador, por eso quiero que todas las chicas que tengan que trabajar con él sepan quién es. Si mi caso queda en silencio, él va a seguir haciendo lo que hizo conmigo, con otras. Que se sepa la verdad me va a aliviar", aseguró.
Finalmente, afirmó: "Creo que el dinero y el poder que tienen aportó a que Pablo Villalba siga libre y mi causa no avance, ellos tienen muchísimos contactos. Ni siquiera quisieron darme referencias para que yo consiga otro trabajo
Fuente: Diario21.tv
Notas Relacionadas
POLICIALES
POLICIALES
POLICIALES
POLICIALES
POLICIALES
POLICIALES
POLICIALES
POLICIALES